Pero también Anies tiene su monumento y sus paredes. La Ermita de la virgen de la Peña, curiosa construcción enclavada en mitad de un muro donde cuentan que se apareció la virgen a un criado de un cazador que bajó atado a una soga a recojer un halcón, extraviado en una cacería y que allí se encontraba observando a la susodicha.
Esa es nuestra dirección. Se pasa el pueblo y se sigue por una pista de tierra. Conforme nos acercamos a la evidente pared, dejamos en coche, bien sea en un apartado a mano izquierda en una curva a la derecha o bien el la zona de aparcamiento para visitantes de la ermita. En todo caso, a 100m andando por la pista desde el primer sitio comentado hay un sendero que se aproxima a la pared y nos deja en el inicio de las vías en apenas 10 min.
Nuestra vía es la primera desde este acceso y llegamos a ella al final de un estrecho pasillo de arbustos.
Espolón Burgundía. 6a. 4 largos de V, V+, V+ y 6a de 25 o 30 metros cada uno aproximadamente. Equipada con parabolts por Aurelio Mora en 2008. Reuniones con 2 anillas y en primer largo, cadena con mosquetón.
La roca es excelente, salvo algún tramito en el último largo.
Los dos primeros largos son de placa fina y los de arriba algo más atléticos, pero el grado no lo da un paso aislado, tiene bastante continuidad. Reuniones relativamente cómodas, pero tampoco repisas para quedarse a vivir.
Hay poca reseña en Internet, así que lo mejor es que os hagáis con el libro de Escaladas al norte de Huesca de Óscar Buil y Javier Oliván de Ed Prames.
Se puede bajar andando por el camino de la ermita o se puede rapelar (por la via Clandestino, según dice la guía).
Nosotros hemos rapelado la propia vía en 3 tiradas, pero era miércoles y no había nadie ni en la pared ni en la base.
Ya que hemos caído a la base de la pared , aún ha tenido Nacho ganas de probar algún primer largo y ha hecho el de la vía Clandestino (6a+), en una zona más atletica y "riglera" con bolos y panzas.