Salimos de buena mañana y nos adentramos en la sierra de Alcubierre por la A-129 (Villamayor-Sariñena) y practicamente en la frontera de las provincias de Zaragoza y Huesca nos encontramos con la linea del frente Nacional y Republicano y dos zonas de trincheras bien conservadas y de muy fácil acceso. Totalmente habilitado para carritos de bebe, por si alguien se anima.
Llegando desde Zaragoza, ya metidos en el puerto de Alcubierre, nos encontraríamos primero con las del bando Nacional, a mano izquierda, y unos pocos cientos de metros mas hacia Alcubierre pueblo, a mano derecha, las del bando Republicano, mejor señalizadas y conservadas, posiblemente debido a su ilustre combatiente
Solo pensar lo que se debió de vivir ahí, se le ponen a uno los pelos como escarpias. Meses y meses de batalla para ganar metro a metro un pedazo de terreno. Un duelo entre hermanos incomprensible.
Asomarse a esas trincheras y ver en que condiciones se vivía en el frente, imaginar simplemente tener que soportas una bombardeo en esas posiciones... bufff...
Como ya he dicho, las trincheras mas famosas son las del bando Republicano debido a la presencia entres sus combatientes de Eric Arthur Blair , mas conocido como George Orwell, escritor de obras tan importantes como "1984", "Rebelión en la granja" o aquella en la que narra sus aventuras en el frente republicano en la Guerra Civil Española, "Homenaje a Cataluña"
Merece la pena acercarse.
Una vez allí, un paseo por la bonita sierra de Alcubierre no debe obviarse.
Ni que decir tiene que Perdiguera, Leciñena, Alcubierre, Lanaja y cualquier otra de las poblaciones periféricas a la sierra ya no a pie de la carretera principal (Robres, Farlete...) tienen sus tesoros mudejares y rincones encantadores
Tampoco estamos para in en camiseta de tirantes... la Rosada nos acompaña a primera hora |
Posiciones del bando nacional. Barracomes excavados en la roca caliza y adecuados como habitaciones para descansar tras las horas de batalla o vigilancia. |
Debido a las fechas seleccionadas, tuvimos esta desagradable compañía en nuestro posterior paseo por el monte |