El castillo de Muro de Roda, la torre inundada de
Mediano, el esconjuradero de Guaso, el estrecho de Entremón o la Plaza Mayor de
Aínsa son sólo algunos de los lugares por los que pasó este Iº Raid Sobrarbe. Una delicia para los de
fuera y para los de aquí, viajando por un territorio infinito que no deja de enamorar por
mucho que lo conozcas y que en su afán de diversificar su oferta deportiva y de
naturaleza ahora debuta en el mundo de los raids.
Un raid es, para los profanos en la materia, una carrera
de orientación en la que se mezclan varias disciplinas deportivas de aventura;
carrera a pie, bicicleta de montaña, escalada, rápel, kayak, barranquismo…. Los
sectores de las distintas disciplinas se van enlazando uno tras otro, sin
pausas, de forma que el equipo ganador es aquel que consigue marcar el mayor
número de las balizas que la organización esconde en distintos puntos del
recorrido. Para encontrarlas, antes de cada sector se reparte a cada equipo un
mapa sin nombres, en el que sólo salen los accidentes geográficos, las curvas
de nivel y la ubicación de las balizas. Y todo ello incluyendo además sectores
nocturnos, en los que todo se complica.
Rober, Israel (organizador), Adrián, Noé, Martín y Marcos |
Y como no podía ser de otra manera, allí que comparecimos
la panda de los Sin Rumbo Raid. Inicialmente íbamos a ser dos equipos de tres
miembros, pero dos bajas de última hora hicieron que nos tuviéramos que
replantear todo y convencer a una de las estrellas locales de la bici, Martín
Campoy, para que nos acompañara en esta aventura. ¡Y vaya si nos acompañó!, por
un lado formaron Adrián, Noé y Rober (Sin Rumbo Chinchecle) y entre Martín y yo
nos apañamos para formar el Sin Rumbo Raid e intentar suplir en lo posible a nuestro tercer hombre; Jacobo, que estaba en Zaragoza disfrutando de una
inoportuna gripe.
Charla de presentación |
Sector 1, BTT de Arro a Tierrantona.
Empezamos la carrera en Arro, pequeña localidad a pocos kilómetros de Aínsa. Se trata de un sector de BTT que discurre hacia el sur, adentrándonos en el término de la Fueva.
Tras los nervios iniciales casi todos los equipos van encadenando las balizas sin mucha dificultad hasta llegar al pueblo de Tierrantona, donde encontramos la primera transición del día y también la prueba de tiro láser, que Rober y Noé completaron con éxito al acabar este sector pero que Martín y yo dejamos para más adelante.
Sector 3: BTT de Tierrantona a Mediano, con rápel incluido.
Sector 2: A pie por la sierra de la Fueva.
Bonito sector entre bosques y vertiginosas margas, en el
que pasamos por el pueblo de Charo y fuimos subiendo hasta llegar a la ermita
de San Salvador. Y aunque no era especialmente complicado, Martín y yo
cometimos el que a la postre sería nuestro peor error del raid en la baliza nº
40, situada en el medio de un barranco que nosotros no llegamos ni a
identificar. Resultado; una hora perdida, descolgados como equipo escoba de la
carrera y por supuesto la baliza ni la olimos…. Menos mal que al volver a
Tierrantona acertamos con el tiro láser y no perdimos más tiempo con
penalizaciones. Mientras tanto los Sin Rumbo Chinchecle iban como un tiro
camino ya de Mediano y con todas las balizas localizadas.Sector 3: BTT de Tierrantona a Mediano, con rápel incluido.
¡Por fin en bici! debió pensar Martín, que tiene muy olvidado eso de correr por el monte pero al que le nace una sonrisa de oreja a oreja en cuanto empieza a pedalear. Y es que tocaba andar en bici hasta Mediano, en el que probablemente fue el sector más largo y bonito de BTT.
Tras pasar por Aluján nos dirigimos por pista hasta el espectacular castillo de Muro de Roda, una maravilla en lo alto de la Fueva, que brinda una panorámica única de todo el Sobrarbe.
Entrando en el castillo |
Muro de Roda |
En sus murallas habían decidido instalar el rápel, de
unos 30 metros y con los últimos 10 volados. Y por si la cosa no tenía
suficiente atractivo, haciendo fotos a los participantes estaba nada más y nada
menos que Lorenzo Ortas, auténtica leyenda del montañismo aragonés.
La cosa es que al rápel se debía llegar andando, dejando
las bicis a la entrada del castillo, pero entre que íbamos los últimos y somos
así de tozudos, nosotros llegamos rodando hasta el mismo descuelgue... así que ante el panorama de volver de nuevo hasta la
parte alta del castillo para recuperar la bici una vez hecho el rápel, Martín
optó por descolgarse… ¡con la bici a cuestas!, creando así una de las fotos del
Raid. ¡Genio y figura, pibe!.
¡Comienza el espectáculo! |
Tras el espectáculo del castillo seguimos el recorrido,
esta vez por un rápido sendero, en dirección a Palo. Y tras repostar agua
cogimos el camino que primero por pista y luego por sendero nos llevó hasta el
embalse de Mediano, en un recorrido precioso por la ladera este del pantano.
Saliendo del castillo hacia Mediano |
Transición de Mediano:
Las orillas del embalse de Mediano eran algo así como
nuestra “base de vida”; el sitio donde podríamos descansar algo más y sobre
todo en el que nos esperaban nuestras familias con montón de ánimos para lo que
quedaba del raid y comida y caldo recién hechos. Y vaya si lo aprovechamos:
ropa seca, buena compañía y comida de verdad… ¡una maravilla a estas alturas de
carrera!.
¡Bendita transición! |
Y entre plato y plato de pasta nos fuimos a remar. El
sector de kayak nos reservaba uno de los momentazos del raid: picar una baliza
en la misma torre inundada de Mediano. Allí nos esperaba majestuosa la Dama del Lago, recordándonos, como la
punta de un iceberg, lo que duerme debajo de esas aguas.
A remar... |
Sector 5: A pie por el estrecho de Entremón y prueba de
escalada.
Pues va a ser que no. Después de la paliza y el retraso
que llevábamos encima, decidimos saltarnos todo este sector para re-engancharnos
a la carrera en el siguiente y hacer los dos sectores nocturnos con cierta
garantía. Una pena, porque debía ser precioso, pasando por el estrecho de
Entremón y subiendo al castillo de Samitier. Los que sí que lo hicieron, de
nuevo picando todas las balizas, fueron los Chincecle, esta vez con Adrián y
Noé que seguían enchufadísimos en busca del podio.
Ya atardeciendo despedimos a nuestras familias y salimos
a hacer el sector que se presumía clave del raid; una ruta en bici por un
territorio realmente inhóspito (“territorio comanche”, como lo definieron en la
reunión del viernes los organizadores) que recorría senderos muy poco
frecuentados por pueblos abandonados, y todo ello en oscuridad total, ya que
para darle más gracia a la cosa había luna nueva esa noche.
Los Chinchecle empiezan el sector clave ya de noche |
Y el sector no defraudó; sendas técnicas entre margas,
orientación difícil, cruces poco visibles… la ruta no tenía desperdicio. Además
nos quedamos sin la luz de Martín, a la que se le agotó la batería, y yo sufrí
una caída que afortunadamente no tuvo más consecuencias que algún daño de chapa
y pintura. Menos mal que el pibe, que ha pedaleado por casi cualquier pista o senda de la comarca, saco a relucir su condición de local y me llevó por el buen camino, nunca mejor dicho.... Cuando por fin enfilamos la carretera hacia
Morillo y nos vimos vivitos y coleando después de este sector, todo era euforia
y alivio.
Sin embargo, la alegría fue por barrios ya que los Sin
Rumbo Chinchecle, en esta ocasión con Adrián y Rober, encontraron aquí su espada
de Damocles. Tras saltarse un cruce clave se desorientaron y acabaron fuera del
área cartografiada por la organización. Un buen marrón en plena madrugada que
les hizo perder mucho tiempo y llegar fuera de control (hasta pasadas las 2:00
am no llegaron a la carretera). Una lástima, ya que ese error les dejó
definitivamente fuera de las posiciones de cabeza.
Sector 7: A pie por el Cerro Cotón hasta Aínsa
Último sector de la jornada. Son las doce de la noche y
tenemos dos horas para completarlo antes del cierre de control, tiempo de sobra
si todo iba bien. Al estar tan cerca de Aínsa identificamos en seguida el camino elegido por la organización; subir
a la Torre de Cotón y llegar al pueblo por la pista.
A pesar del cansancio, el ver el final tan cerca nos dio
alas y en seguida llegamos a la Plaza Mayor de Aínsa y al castillo,
mezclándonos en las calles del casco viejo con la gente que aprovechaba el
calor de la noche para tomar cerveza en las terrazas. -¿De dónde salen estos?-
pensaría más de uno.
Ya descansando en Boltaña seguíamos las
evoluciones de nuestros compañeros en la aplicación GPS del raid. ¡Ánimo
chicos!.
Domingo 14 de octubre:
Los chicos están bien. A pesar de la larga noche y de
llegar a las 3:30 hs al polideportivo de Aínsa, los Sin Rumbo Chinchecle están
como nuevos en la salida del segundo día y con la moral de nuevo por las nubes,
¡sólo faltaría!.
Sector 1: Orientación urbana por el casco viejo de Aínsa.
Bonito sector de orientación por el casco viejo de Aínsa.
En cuanto se dio la salida un enjambre de corredores inundó el pueblo picando
balizas en sitios tan pintorescos como la muralla del castillo, el foso o la
Plaza Mayor. Y todo ello ante el asombro de los turistas y los lugareños que
veían por primera vez el espectáculo que ofrece una carrera de orientación.
Empieza el segundo día |
Sector 2: BTT por el entorno de Guaso
Tras hacer la transición en el patio del cole de Aínsa
salimos disparados de nuevo sobre ruedas hacia la escollera del Ara, donde
encontramos las primeras balizas del sector.
Y como en este raid no podía faltar de nada, el cielo,
que hasta ahora nos había respetado, descarga una tromba de agua que nos obligó
a echar mano de ese chubasquero superligero que todos llevamos en la mochila y
que en realidad no sirve para nada…
Tras llegar a la baliza del esconjuradero de Guaso y
tratar sin éxito de desviar la tormenta, nos lanzamos por el sendero que baja
hacia el barrio del Grado. Es lo que tiene esa curiosa alergia de Martín a las
pistas y a las carreteras, que sin darte cuenta te arrastra a una senda de
lajas mojadas que te pone las gónadas bastante más altas de lo que debieran.
Sector 3: Carrera a pie por el monte de Partara.
Las rodillas a Martín están ya en las últimas y con la lesión amenazando. Aún así y más por
cabezonería que por sentido común decidimos salir y puntuar las balizas más
cercanas, siempre mirando el reloj para no llegar fuera de control.
Es el último esfuerzo antes de llegar al
castillo de Aínsa con tiempo suficiente para disfrutar del momento y hacer la
merecida foto en la meta. Los Sin Rumbo Chinchecle llegaron a los pocos
minutos, esta vez sin percances y apurando el tiempo como sólo nosotros sabemos
hacer. ¡Enhorabuena!.
Y así transcurrió la carrera; una prueba espectacular que
cumplió con creces nuestra expectativa de vivir una aventura entre amigos y en
la naturaleza. Y es que los raids mezclan la resistencia física con la orientación, la suerte, la estrategia, el trabajo en equipo y el control psicológico cuando las cosas se tuercen. Algo más que una
competición deportiva, diría yo.
Y todo ello gracias a todos los voluntarios y a los clubs que idearon y se curraron la prueba: Wakhan Raiders y Peña Guara, con Israel Fuentes y Jorge García a la cabeza. Dos locos de los deportes de aventura y de este territorio que han conseguido trasmitir su devoción y entusiasmo a todos los participantes. Además, esto es sólo el principio ya que el año que viene organizarán también la segunda edición del Raid Sobrarbe, que esta vez será campeonato de España, y en la que se espera que se multipliquen los equipos participantes… y las emociones en carrera. ¡Ya contamos los días!.
Pódium de la categoría Élite |
Toda la información y clasificaciones en: http://raidsobrarbe.com/
Gracias a todos los fotógrafos que colgaron las fotos en la web de la prueba y que ilustran esta entrada.
Grande Marcos!!! Hermoso el post... te prometo que entrenaré lo de correr a pie. Enhorabuena "Sin Rumbo"
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