Tras más de un año sin poder programar actividades, el sábado 8 de mayo la sección infantil del CAS (el ChiquiCAS) pudo recuperar sus salidas, aunque por ahora tengan que ser en petit comité y sin la divertida comida social fin de fiesta. La ruta elegida para romper el hielo después de tanto tiempo fue el Camino de San Vicién, una bonita circular por las faldas de la Peña Montañesa, zona conocida popularmente como "Bajo Peñas".
Aunque el día promete calor tenemos la excusa de los niños para no madrugar en exceso, así que quedamos todos a las 9:30 en Aínsa. Tras conducir hasta el pueblo de Torrelisa aparcamos todos en una preciosa campa con unas vistas de postal de La Peña, y realizamos la tradicional presentación del grupo y la charla inicial de nuestra querida Isabel Santolaria, que siempre nos motiva antes de ponernos en marcha. Esta vez nos hemos juntado familias de Zaragoza, Boltaña, La Fueva, Aínsa...
Empezamos el recorrido andando por la carretera, aunque en seguida nos desviamos por un sendero que se adentra por el característico bosque de carrascas de este monte. Entretenidos charlando vamos subiendo poco a poco hasta acercarnos a las paredes rocosas y acceder a una bonita faja desde la que vemos Araguás, El Pueyo, Mediano, etc... Algunos ya están cansados. Menos mal que la parada para el almuerzo se encarga de compensar este primer esfuerzo.
Al poco rato de retomar la ruta nos encontramos con la Fuente Canalillos y con la que para mi fue la gran sorpresa del día. Tapizando una formación de toba por la que aún escurría el agua encontramos cientos de grasillas (Pinguicula longifolia) en flor. Gracias al buen saber de nuestros acompañantes, curtidos guías de naturaleza, descubrimos que esta pequeña flor endémica del Pirineo es en realidad una planta carnívora, capaz de atrapar a sus presas con la "grasa" de sus hojas y disolverlas para asimilar sus nutrientes. Alucinante.
El siguiente tramo nos lleva de bajada hasta el pequeño pueblo de San Lorién. Aún quedan otros treinta minutos hasta Torrelisa y el calor aprieta ya con fuerza, así que los más peques deciden esperar con sus madres a la sombra de la ermita a que el resto del grupo termine la ruta y vuelvan a buscarlos con el coche.
De nuevo en Torrelisa nos despedimos de los viejos y los nuevos amigos antes de que cada mochuelo se vaya a su olivo, citándonos para la próxima quedada. Mientras, un águila calzada sobrevuela la escena.
¡Larga vida al ChiquiCAS!
Longitud: 10 kms.
Desnivel positivo: 440 metros.
Duración: 3-4 horas.
Edad recomendada: A partir de 6 años y con ganas de andar.
Dificultades: Puede ser muy calurosa los días de verano. No se puede coger agua con seguridad durante la ruta, así que mejor llevar abundante en la mochila.
Track: Pinchando aquí
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