Esta es una de las excursiones más frecuentadas del
bonito valle navarro de Baztán. Su
popularidad es tal que este último año se ha señalizado un nuevo sendero desde
el pueblo de Erratzu, alternativo a la ruta tradicional, con la intención de evitar las aglomeraciones
de coches que se suelen formar en el pequeño barrio de Gorostapolo, el más
cercano al famoso salto de agua.
Empezamos pues en el pueblo de Erratzu, con varias casas
rurales donde alojarnos y un par de bares en los que tomar algo. En él nos
llamarán la atención varios caseríos, espectaculares con sus escudos en las
fachadas y los balcones llenos de geranios.
La primera parte de la ruta, un sendero en la regata del
río Iñarbegi, va alternando el bosque de ribera con algún prado. No presenta grandes
desniveles pero si hay zonas que pueden acumular
mucho barro y llegar a entorpecer la marcha si no se lleva un buen calzado.
Tras juntarnos con la pista que viene de Gorastapalo (por
la que luego volveremos), nos vamos
adentrando en un cada vez más umbrío y misterioso bosque de castaños y hayas para
finalmente llegar a la cascada de Xorroxin (ojo… en euskera se pronuncia “sorrosin”). Se trata de un bonito salto de agua que incluso ahora en septiembre
genera una nube de vapor que refresca a todos los senderistas que se acercan a
su poza.
Tras comer los bocatas en un claro del bosque volvemos
por la pista de Gorastapalo, evitando ya el barro del camino de ida. Desde allí
nos quedan unos 500 metros de carretera comarcal para llegar de nuevo a nuestro
punto de partida en Erratzu.
Distancia: 8 kms
Desnivel: 185 metros.
Dificultades y riesgos: El barro que casi seguro
habrá en el sendero de ida y alguna
piedra resbaladiza en el entorno de la cascada. No apto para carritos.
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