Como cada otoño al ver amarillear los árboles de la ciudad, es inevitable pensar en Ordesa y su canto de tonos ocres que nos atrae como si fuera una sirena. Así que, fieles a la llamada y aprovechando el único día soleado de una semana entre borrascas, me cito con Jorge en la pradera para disfrutar, un año más, del otoño pirenaico.
En esta ocasión nos proponemos hacer un original recorrido hasta el refugio de Góriz, pasando por el circo de Cotatuero y las cornisas altas de la Fraucata. Sin duda será una larga jornada, aderezada esta vez por la presencia de nieve en las cotas más altas.
La subida inicial por el circo de Cotatuero acaba en sus famosas y áereas clavijas, que pasamos con la prudencia que nos aconsejan sus paredes húmedas y resbaladizas. Resulta indispensable usar el arnés con un cabo de anclaje para no tener una caída absurda.
Una vez en la Ribereta de Cotatuero, con el circo de roca de fondo y tras dejar atrás sus preciosas cascadas, cruzamos el río y giramos hacia el este, buscando el camino entre dos barrancos para salir por una fácil chimenea.
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| Subiendo por el valle de Cotatuero... |
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| ...mientras termina de amanecer. |
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| Cascadas de Cotatuero |
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Ribereta, con las primeras nieves
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Con la Brecha y el Tallón de fondo seguimos hacia el sur para situarnos en la cota de 2400 metros y cruzar un nuevo barranco alcanzando así las espectaculares cornisas de la Fraucata. Este paso puede llegar a ser un poco confuso en condiciones de nieve, pero en nuestro caso contamos con la inestimable colaboración de un precioso macho de sarrio que caminando con pompa unos 100 metros por delante nuestro nos marcó exactamente el punto de paso con la precisión del mejor guía de montaña.
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| Nuestro amigo el sarrio |
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| De izquierda a derecha: Tallón, Brecha, Casco, Torre, Marboré y Cilindro |
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| Espectacular vista del valle desde la Fraucata |
Siempre andando sobre 10-15 cms de nieve realizamos la larga travesía por las cornisas hacia el entorno del refugio. A nuestros pies el valle de Ordesa, hacia el sur la sierra Custodia. Detrás, siempre atento, el Tobacor (2769 m), tentándonos a próximas aventuras.
Tras sortear las turberas formadas en el valle de Góriz, llegamos al refugio rodeándolo desde el noroeste, ya que si hubiésemos cometido el error de ir en línea recta nos hubiéramos encontrado con un barranco que cierra el paso.
Descansamos de cháchara con otros montañeros en la terraza del refugio, antes de emprender la segunda parte de nuestro viaje; la bajada "clásica" por el valle de Ordesa. Pisamos ya terreno conocido y sin apenas nieve, así que nos permitimos recrearnos con la belleza de las cascadas y los bosques otoñales del Parque.
Como colofón, aún tenemos tiempo de ver el atardecer sobre las paredes de Mondarruego, antes de despedir el día con un café en Fiscal.
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| Las tres Serols; Cilindro, Monte Perdido y Soum de Ramond |
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| Refugio de Góriz |
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Clavijas de Soaso
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| Cola de Caballo |
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| Gradas de Soaso |
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| Cascada del Estrecho, pletórica. |
En resumen, se trata de una ruta completísima en lo que a lo paisajístico se refiere, con espectaculares vistas tanto de las cumbres como del valle, pero eso sí, con cierta dificultad (las clavijas de Cotatuero no son aptas para todos los públicos y las de Soaso también requieren cierta destreza) y sobre todo físicamente muy exigente, ya que no dejan de ser casi diez horas de actividad sin contar con la presencia de la nieve. Un recuerdo imborrable... con una semana de agujetas garantizada.
Longitud: 27,5 kms
Desnivel ac. positivo: 1700 metros
Duración: 9-10 horas sin contar paradas
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