Salida matutina en bicicleta con recorrido por Juslibol hasta la Atalaya militar.
Entre lo poco nevado y el tiempo de esta última semana el aspecto del pirineo está mas próximo a Junio que a Enero. Así las cosas decidimos salida en BTT. Nos juntamos un grupo amplio. Omar, Fernando, Juaneras, Alex, Adrian y yo (Jacobo). Parque Deportivo Ebro, 9:00.
Sin rumbo claro (vease titulo del blog), especialmente por depender la ruta de la memoria de Juan o mía.
De entrada subida a las antenas de Juslibol, corazón en la boca para desayunar. Desde alli, sube-baja continuo y rápido con algún sustito (me he pegado un lechón...) hasta las proximidades del Castillo de Miranda, asomando sobre el Galacho de Juslibol continuamente.
Una vez allí, bajamos al barranco y ya cruzamos la separación con suleo militar y nos adentramos en el. Caminos sencillos, pero el mantenido aunque suave ascenso se va notando en las piernas. Algún momento de respiro con alguna bajadilla, algún parón para re-orientarnos... y finalmente llegamos a la pista principal que conduce hasta Alfocea. Es ese punto repetimos la maniobra y nos adentramos aún mas en suelo militar. Terreno similar. No se como puede ser que solo se suba... Un rato tirando, un rato remolcado, en agradable compañia que me intenta convencer de que me apunte a un reto que me supera claramente... pero que ciertamente es dificil volver a tener tan a mano. Antes justo de "coronar", típico pique entre los compañeros de ruta para lograr los puntos de la montaña.... Ya divisamos el famoso vértice geodésico, estamos muy cerquita. Dos rampas de nada y estamos en la Atalaya.
Foto de rigor, claro día, con una imagén preciosa del Moncayo al fondo. No hace mucho frío, pero poco a poco va uno perdiendo temperatura y urge bajar.
Esta primera bajada, pronunciada y en algunos puntos muy rota, es para andar con cuidado. Fernando demuestra en que ayudan años y años de Enduro y no le vemos ni de lejos.
Una vez abajo queda la conocida como senda de las Abejas, por estar plagada de panales. Sube baja (mas bien sube-sube-sube-baja) rompepiernas que obliga a emplar casi todos los desarrollos posibles de la bici.
Tras este rato, llegamos a Alfocea, un pelin de carretera y a la divertida y revirada senda que nos conduce al Galacho. Una vez en él, ya llegando a Juslibol , una parte se vuelve ya para casa (por compromisos familiares) y Adrian y yo aún tenemos un último aliento para remontar de nuevo hasta las Antenas en las que iniciamos la ruta. Nos quedamos en la cantera de al lado, pero la verdad es que la subida se sufre... De allí, a casa.
Bonita ruta al lado mismo de Zaragoza, con un poco de todo.
46 km desde el punto de quedada, 3 horas pedaleando y unos 850m de desnivel acumulados de rampa en rampa, sin grande puertos.
Eso que se llevan las piernas. Bueno, eso... y un regalito en mi muslo izquierdo
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