Para visitarla deberemos llegar primero a la localidad navarra de Lumbier. Al llegar al pueblo, seguiremos las indicaciones unos dos kilómetros más hasta dejar el coche en el parking de la Foz. En él encontraremos una caseta en la que nos darán información y en la que además se pueden alquilar prismáticos, imprescindibles si queremos ver bien a las aves que nos esperan.
Una vez estemos listos tendremos dos opciones; entrar directamente en el desfiladero o seguir un sendero local (SL NA-113) que nos llevará a dar un rodeo por la sierra de Leyre antes de meternos en la Foz por la boca sur. Si el día no es muy caluroso, yo recomendaría la segunda alternativa, puesto que a cambio de un poco más de esfuerzo hará que el día sea más completo y entretenido.
Una vez abajo seguiremos la pista en la que se apoyaban las vías del tren hacia la entrada sur a la garganta. Antes, merecerá la pena desviarnos del camino y acceder por un sendero algo aéreo hasta el Puente del Diablo, destruido durante la Guerra de la Independencia y que se asoma al abismo del río sin poder cruzarlo. Sobra decir que habrá que tener controlados a los más pequeños en esta zona tan expuesta.
Saldremos finalmente de la garganta por el túnel de la boca norte, que nos llevará en pocos metros al inicio de esta ruta que es seguro que no decepcionará a nadie.
Longitud: 5,7 kms.
Duración: 2 horas.
Desnivel positivo acumulado: 175 metros.
Dificultades: El único tramo peligroso es el acceso al Puente del Diablo, que además es optativo ya que se desvía de la ruta principal.
Recomendado a: niños de 6 años en adelante.
Vegetación: Matorral mediterráneo, encina, boj... Ruta soleada en su mayor parte.
Track: Pinchando aquí
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