Parece que este año estamos teniendo más problemas de la cuenta para coincidir y otra vez me tocará esquiar solo. Para evitar problemas busco una ruta conocida por el entorno del balneario de Panticosa, orientada al oeste, más segura a estas alturas de la primavera y sin compromisos técnicos.
Salgo desde la Casa de Piedra por la GR-11 que poco a poco va ganando altura hacia los ibones de Brazato. La primera parte es un bosque que si está muy cargado de nieve se puede esquiar desde abajo, pero que en caso contrario te engaña continuamente, ya que la nieve se distribuye de forma muy irregular y te obliga a descalzarte continuamente para cruzar el río, pasar un resalte entre abetos, etc.... Además el camino no es tan evidente bajo la nieve y casi se agradece hacer caminando esta primera parte.
Me calzo definitivamente a unos 2000 metros, y al poco rato me desvío de la ruta principal del valle para rodear hacia el norte el contrafuerte que sujeta al ibón inferior de Brazato, al que llego por un pequeño valle poco frecuentado en invierno y que va a dar a la cabecera del citado ibón.
Ibón bajo de Brazato. Al fondo de izquierda a derecha: Brazato Oriental, Brazato Occidental y Tablato |
Tras atravesar por un lateral el lago (que hace mucho calor y nunca se sabe...) subo hasta la base de los picos que cierran el valle por el oeste: Tablato, Brazato Occidental y Brazato Oriental.Se realiza una larga travesía a media ladera dejando a nuestra derecha la entrada al pico occidental (al que se sube por una curiosa faja de nieve en forma de zeta) hasta llegar en amplias zetas y sin dificultad a la cima del Brazato Oriental. Otro pico con vistas espectaculares, con el macizo del Gramo al oeste, el Vignemale al norte y la cara norte del Taillón con el macizo del Perdido al este. Hasta la Peña Oroel se ve.
Brazato Occidental, desde el Oriental |
Cima del Brazato Oriental |
Bajada con más pena que gloria sobre nieve muy transformada hacia el norte... sin perder mucha altura para ir a buscar la ruta de ascenso al collado que queda a la izquierda del Bacías. Tras poner pieles y comer algo, en media hora estoy allí.
Solo queda la bajada por los ibones altos de Brazato y rodeando al Sarrato, para tendiendo siempre hacia el noroeste llegar a la bajada de los paraludes de Labaza. Aquí de nuevo, según la nieve que haya, se pasarán más o menos penurias por el bosque de abetos, antes de recorrer a pie el último tramo de senda hasta el Balneario.
Y a pesar de que ya son las 4 y media, el personal de la Casa de Piedra deleita a todo el personal que estaba por allí con unos buenos huevos fritos... con sus puntillas, ¡como debe ser!.
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