miércoles, 4 de enero de 2012

"Scott & Amudsen" Trail running circular Panticosa - Rincón del Verde - Collado de Faceras o Sabocos - Panticosa



Distancia aproximada: 25 km
Desnivel + acumulado: 1100 m
Desnivel - acumulado 1110 m
Tiempo total: 3 h 43 min

-------

Siempre hay una primera vez. Este sin duda es uno de los axiomas de la vida, y esta mañana no iba a ser menos cuando amanecía el día lloviendo en Panticosa. En el Campo 1 situado en el parking de Formigal, M & P no me enviaban mejores noticias. La previsión indicaba una mejoría según avanzase el día, pero la idea de hacer travesía en mitad de la lluvia no resultaba muy seductora.

Hará ya unas cuantas semanas cuando hablaba con Adrián de la actividad pendiente que teníamos en el entorno de Panticosa. Se trataba de una circular mítica en esta zona que asciende al collado de Faceras o de Sabocos desde el rincón del Verde, con la Sierra de Tendeñera de majestuoso telón de fondo y con trazado de vuelta atravesando la estación de ski de Panticosa. Es un itinerario que yo ya había realizado en formato senderismo, pero sin duda cobraba atractivo el hacerlo en versión sprint. Nuestra reciente actividad de travesía por la base de la Peña Sabocos me sirvió de referencia para evaluar los espesores de nieve y la posibilidad de completar el recorrido corriendo, sin requerir el uso de raquetas. A priori, todo apuntaba a que todavía era posible, a pesar de encontrarnos ya en invierno y que esta zona, en condiciones normales, ya estaría cargada de nieve...pero este año 2012 sigue a su ritmo, y como no hay mal que por bien no venga, acabándome el desayuno la decisión ya estaba tomada...hoy era esa primera vez!!

Mochila de ataque para la ocasión: bidón de agua, cortavientos, guantes, plátano, móvil y los aún sin estrenar crampones de socorro para trail running que cogimos para la Monte Perdido Xtreme...quizás hoy también sea la primera vez para ellos. Solo me permito un extra: mi nueva cámara GoPro montada en modo frontal sobre mi gorra...regalo de Papá Noel!!

Pongo el crono en marcha y voy calentando motores camino de la telecabina de la estación de Panticosa, quedando a su espalda un sendero con balizas PR que remonta el cauce del río Bolática. Al cabo de 15 minutos, cruzo el puente de las Ratas o de la Zoche y sigo ganando altura en dirección a las planas de La Selva, dejando atrás el bosque caduco y quedando ahora a los pies de las laderas N del pico Faceras...bonita esquiada, aunque de momento tendrá que esperar. Es un recorrido que casi me se de memoria, lo que me permite gestionar muy bien las fuerzas y anticipar los ritmos a la topografía del recorrido. Justo en este tramo, camino de un segundo puente que enlaza con la pista de la Ripera, encuentro los primeros restos de nieve, camuflados en una ensalada de barro, hielo y piedras. Este tramo es muy corredor, aunque sombrío y resbaladizo en estas condiciones. Menos de 30 minutos y estoy enlazando con la pista forestal. Fijo mi siguiente referencia en el dedo de Yenefrito o pico de la Gallina, donde la pista toma rumbo S y se adentra en el Valle de la Ripera.

El inicio de la pista pone fin a este primer tramo de sendero, un poco rompe piernas debido al constante cambio de pendiente del terreno, salvando un desnivel + total de unos 400 metros. El firme de la pista, mullido por efecto de las últimas lluvias, es perfecto para correr, tomando precaución en los tramos sombríos donde me encuentro auténticas alfombras de fina capa de hielo donde un resbalón puede hacer mucho mucho daño (esto lo comprobaré personalmente más adelante en el recorrido...un hombre empírico!!)

El inicio del valle de la Ripera deja sin duda una de mis estampas preferidas del Pirineo...un alucinante valle de origen glaciar, en forma de perfecta U que remonta en dirección S hasta el circo de la Sierra de Tendeñera, flanqueado en todo momento por las laderas del pico Faceras (flanco O - 2295 m) y el pico de las Escuelas (flanco E - 2507 m), con el río Ripera serpenteando por el fondo. Sigo trotando por la pista sin forzar demasiado, en previsión de sorpresas en el ascenso al collado de Faceras (por lo pronto, espero encontrar bajas temperaturas), haciendo un primer descanso en una caseta del antiguo ICONA (refugio el Cantal - 1455 m según mi suunto). Acabo de cumplir mi primera hora y las sensaciones son muy buenas, aunque hace rasca y algo de compañía no vendría mal para evitar que termine charlando con mi ipod.

Me detengo escasos minutos, trago de agua y vuelta a la pista que sigue remontando el valle por su ladera O. Confiaba poder seguir corriendo en este tramo de la pista, pero sabía que todo iba a depender de si había nieve, hielo o tierra. Y el premio ha sido para el hielo. Esta zona no puede calificarse de inhóspita ni mucho menos, si bien a estas alturas del año el encontrar compañía puede resultar complicado, a excepción de algún cazador u otro montañero. En definitiva, extremo la prudencia puesto que soy consciente que marchar solo puede agravar y mucho cualquier imprevisto. No obstante, en el Campo 1 en Formigal reciben regularmente mi posición vía whatsapp, que una cosa es ir solo y otra ser un inconsciente...


Mi siguiente referencia es un segundo refugio ya muy próximo al collado de Faceras o Sabocos, rondando la cota 1900 m. Alcanzando casi el circo de Tendeñera, la pista hace un quiebro y toma rumbo O, encarando el tramo de mayor pendiente y también donde empieza a predominar la nieve. La traza de la pista sigue siendo evidente, y las huellas de los últimos senderistas siguen bien marcadas en la nieve. Intento trotar en los tramos de media ladera que componen el zig-zag de ascenso al refugio, aprovechando una fina capa de nieve que me permite traccionar en condiciones, aunque tengo que conformarme con andar a paso rápido la mayor parte del tiempo.

45 minutos me lleva cubrir la distancia entre ambos refugios, sumando unos nuevos 400 m de desnivel + al trayecto. La llegada al refugio del Verde viene precedida por el avistamiento de unos preciosos sarrios recorriendo una ladera nevada, aunque mi presencia no parece alegrarles demasiado. El refugio está en excelentes condiciones de mantenimiento, y con la sensación de frio y ligera humedad en los pies, me parece un 5 estrellas gran lujo. Nuevo trago de agua y doy cuenta del plátano, mientras dejo pasar unos minutos a ver si se calma un poco el viento. Todo este trayecto está en umbría, por lo que no puedo decir que hay sido especialmente cálido, aunque el cortavientos resulta más que suficiente.

Restan unos 100 m de desnivel + para coronar el collado de Sabocos, teniendo desde hace rato un nítida referencia del Pico Faceras (que buenas esquiadas por esta pala E que tengo a la vista...gracias Jedi por el descubrimiento). Al poco de dejar atrás el refugio, se pierde el rastro de la pista, empezando a notar espesores de nieve en crescendo que terminan por cubrirme hasta los gemelos en algún paso en falso. Por suerte, el viento intenso de estos días ha creado un manto muy irregular, y voy haciendo mi ruta conectando manchas de tasca que me mantengan lo más seco posible. Por fin los primeros rayos del sol!! Alcanzando el primer tramo de solana casi desde que empecé el recorrido, y la verdad es que se agradece el calorcito...nuevas fuerzas para alcanzar el collado, no sin antes volver a comprobar que en esta zona ya tenemos espesores próximos a los 40-50 cm de nieve. El paso del collado (2090 m) constituye el punto más alto de la ruta, y aunque todavía no se ve, mi imaginación ya está puesta en el lago de Sabocos y la caseta-refugio que queda en su orilla; siguiente objetivo.


Finalmente los crampones no me hacen falta en este tramo de descenso, donde aprovecho una estrecha barranquera que me permite un apoyo constante de manos en ambas paredes, mientras evito hundir los pies demasiado en la nieve. La ladera O del Faceras está prácticamente verde, por lo que tan pronto como tengo oportunidad, hago una media ladera hasta alcanzar el tramo final de ladera, justo encima del lago Sabocos...que ganas tenía de volver a correr!! Estoy de subidón, consciente que a partir de ahora vuelvo a estar en plena civilización y cualquier percance no tendrá consecuencias mayores. Aunque el sector superior de la estación de ski de Panticosa se encuentra cerrado, lo que me permite disfrutar de toda la panorámica del valle de Sabocos en total soledad...fascinante. El tramo restante de ruta me lo conozco como la palma de mi mano, son ya muchos años dando tumbos por estas lomas. Vuelvo a echar un trago de agua junto al refugio, tiempo para unas fotos del lago de Sabocos helado, y rumbo a la pista de Sabocos.

Se mantiene la nieve y mientras avanzo en dirección NO, me doy cuenta que hace ya rato se debió terminar la lista de reproducción del ipod. Sin duda el descenso hasta el lago ha centrado todos mis sentidos, consciente que un resbalón y una torcedura podían cambiar rápidamente la sonrisa de mi cara. Mucha concentración.

Ya tengo delante de mí el sector de Petrosos de la estación de ski, el único operativo en estos momentos. Cada uno de los puntitos que identifican un esquiador me devuelven a tierra firme...en 5 minutos tendré a mi alcance desde una coca-cola a un menú completo con café y postre...pero la circular aún no ha terminado, y aprovecho la pendiente menos pronunciada de la pista de verano para correr en piso nevado, avanzando en dirección a la silla de Fobas. Más de un esquiador debe pensar que se me h debido escapar un esquí cuando paso corriendo junto a su lado...a veces ni yo mismo entiendo cosas que hago, como para pedirle a los demás que lo hagan!!

Justo antes de dejar atrás el tumulto de la estación, momento de suspense cuando atravieso una zona helada en total equilibrio inestable...la hostia se está rifando y desde la silla de Fobas parece que ya están haciendo apuestas...aguanto el tipo como puedo y dejo el resbalón para unos minutos más adelante, ya sin espectadores :)

Quiero alcanzar pronto el remonte de Petrosos y la pista de descenso a Panticosa, pero antes tengo que lidiar con un último tramo sombrío con más hielo que otra cosa...no hay manera de correr. Pero todo llega, y por fin engancho la pista, ya sin nieve y pongo rumbo hacia el pueblo. Últimos kilómetros en constante descenso, manteniendo un ritmo cómodo y sin fliparme, porque ya noto las piernas "maduritas" (terminología Roche).


Aprovecho el último tramo para traer a la memoria parte del libro que estoy leyendo estos días: "El peor viaje del mundo". La  colonización del polo sur a principios del siglo XX y la expedición de Scott; eso si que debió ser aventura en estado puro, en uno de los entornos más hostiles del planeta. La soledad de hoy sin duda me ha aportado una intensa dosis de aventura, además de equilibrio personal y capacidad de decisión...pero han sido tan solo 3 horas y pico...estos tipos se pasaron años por estos lares, por el bien de la ciencia y del pingüino emperador!! Solo me queda quitarme el sombrero ante las hazañas de estos pioneros, aunque tan pronto pongo los pies en casa, me doy cuenta que algo más que el sombrero me voy a tener que quitar...a la ducha patos!!!!!!

2 comentarios: