jueves, 16 de febrero de 2012

SIN RUMBO CON PLUMAS...Y A LO LOCO (por Rober)

PICO CANAL ROYA Y BARRANCO DE LA GLERE

La historia se repite...y aunque no con la frecuencia que nos gustaría, en el bar de la gasolinera de Formigal nada más vernos asomar el hocico, ya están preparando el cafetito con leche del Capi y el pincho de tortilla de Marcos. Son las 9.30am del domingo, demasiado temprando para verse en manos de esta tropa, puesto que aunque he conseguido transporte hasta el punto de quedada, de ahí en adelante dependo de Adrián, Marcos y Galo para volver a Zaragoza y dormir caliente.

Por fin Galo se estrena con las tablas de travesía; tenemos un cielo azul estupendo, por fin el blanco predomina en las laderas y los otros dos de a bordo hacen un alto en sus discusiones de pareja...un día cojonudo de no ser por el ambiente gélido que reina y el tan glorioso viento que tanta fama da a Aragón. El argentino "trepa riscos" es toda una incógnita en su versión invernal, pero alguien que se casca una media maratón de montaña sin haber corrido en su vida, con mas de un litro de mate en la barriga, y con el convencimiento de que estaba prohibido dejar de correr en las subidas (fuesen como fuesen), tiene automáticamente el carnet de SIN RUMBO...

Aparcamos pasado El Portalet, y mientras revisamos material y ponemos pieles de foca, nos asalta un cierto temor al ver la cara que pone Galo al pasar por el obsoleto puesto fronterizo...lo que nos faltaba, un proscrito en el club!!!

Cota 1700...punto de partida. Calzados desde el mismo arcén de la carretera, nuestro primer destino de la jornada queda justo en frente nuestra...el clásico Canal Roya y el no menos popular valle de acceso, custodiado por el circo de Aneou y el cordal de Gralleras. Tenemos en frente nuestro un buen montón de puntitos que representan senderistas y montañeros más madrugadores; las bajas temperaturas y los pronósticos de ola polar no parece haber calado lo suficiente, aunque metidos en faena comprobamos que el viento da una tregua en el valle de Portalet y al cabo de unos 10 minutos de marcha ya sobra la tercera capa.







Tenemos un cielo azul glorioso, y más de uno ya se tira de los pelos de no haber apostado por un recorrido más ambicioso...la circular al Midi caerá pronto. Remontamos el valle hasta el Pla de Gradillere, con el Pène de la Glère vigilando nuestra aproximación hacia la vertiente este del Pico Canal Roya. Tanto la zona cimera de este pico como el entorno del Peña Blanca muestran los estragos del fuerte viento que está protagonizando las últimas jornadas...laderas peladas a pesar de las últimas nevadas, dejando al descubierto palas de nieve dura y los brillos del hielo. El fondo del valle acumula parte de la nieve perdida en cotas más altas, y la huella de aproximación al Canal Roya tiene casi la categoría de autovía.

Antes de alcanzar el collado, aprovechamos unas palas con un poco más de inclinación para que disfrute Galo con el maravilloso mundo de María y sus vueltas...sabemos que este tipo argentino se encuentra más cómodo avanzando en modo kamikaze que dando rodeos y cortando las pendientes, pero la sesión de técnica básica es obligada.

Asomándonos al collado, no solo dejamos atrás la zona de Portalet, también abandonamos el día tranquilo. Sopla un viento bastante racheado y sobre todo de maravilloso norte que nos congela las ideas. También ha dejado como un cristal la vertiente cimera norte del Canal Roya, aprovechando para poner crampones. Toda prudencia es poca, sobre todo cuando nuestro ascenso coincide con una auténtica invasión de la cima a cargo de un regimiento de montañeros en raquetas de nieve, dispuestos en una densa hilera y bien juntitos. No puedo por menos que pensar en un resbalón de algundo de ellos...efecto dominó asegurado.

Foto de cima, y vuelta al collado...y los dedos como morcillas porque el frío se intensifica por momentos. Guardamos trastos y nos preparamos para un poco de ski. La nieve está bastante venteada, y se alternan tramos todavía con una decente nieve polvo con zonas de costra y de nieve dura...perfecto para probar habilidades...


Todavía es pronto, sobre todo porque para variar no tenemos en mente comer, aunque sorpresas de la vida, al cabo de unos minutos me veo sorprendido por una parada flash para picotear algo. Aprovechamos para valorar alguna alternativa antes de poner rumbo al coche, y decidimos remontar el barranco de La Glere por su flanco este. Por momentos, ponemos los ojos en el Peyreget, pero finalmente 1000 m de desnivel positivo ponen el límite de hoy, y simplemente remontamos el barranco hasta el pie de la vertiente sur del Peyreget. Una transición más, un poco más de ascenso y como recompensa una alternativa de descenso al coche un poco más atractiva que el infinito llaneo del fondo del valle. Todo sea por que Galo llegue al coche con un agradable dolor de piernas, aunque va a poner caras las agujetas!!




Guardamos pieles en la mochila y otro poco de ski, con grabaciones incluidas para tomar conciencia que nuestro futuro no está en pruebas de super gigante de Copa del Mundo de Alpino. Sin duda, nuestro futuro está allá donde la brújula pierde el rumbo, y ese sitio a las 16 horas del domingo coincidía exactamente con el camping de Escarrilla, donde un bocata caliente de lomo con pimientos nos pone SIN rumbo al cielo.


1 comentario:

  1. ¿Se creará el mosquetón de oro al mejor relato?. Porque de aquí al Cervantes...

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