martes, 23 de octubre de 2018

I RAID SOBRARBE (13-14 de octubre del 2018)


El castillo de Muro de Roda, la torre inundada de Mediano, el esconjuradero de Guaso, el estrecho de Entremón o la Plaza Mayor de Aínsa son sólo algunos de los lugares por los que pasó este Iº Raid Sobrarbe. Una delicia para los de fuera y para los de aquí, viajando por un territorio infinito que no deja de enamorar por mucho que lo conozcas y que en su afán de diversificar su oferta deportiva y de naturaleza ahora debuta en el mundo de los raids.

Un raid es, para los profanos en la materia, una carrera de orientación en la que se mezclan varias disciplinas deportivas de aventura; carrera a pie, bicicleta de montaña, escalada, rápel, kayak, barranquismo…. Los sectores de las distintas disciplinas se van enlazando uno tras otro, sin pausas, de forma que el equipo ganador es aquel que consigue marcar el mayor número de las balizas que la organización esconde en distintos puntos del recorrido. Para encontrarlas, antes de cada sector se reparte a cada equipo un mapa sin nombres, en el que sólo salen los accidentes geográficos, las curvas de nivel y la ubicación de las balizas. Y todo ello incluyendo además sectores nocturnos, en los que  todo se complica.

Rober, Israel (organizador), Adrián, Noé, Martín y Marcos
Y como no podía ser de otra manera, allí que comparecimos la panda de los Sin Rumbo Raid. Inicialmente íbamos a ser dos equipos de tres miembros, pero dos bajas de última hora hicieron que nos tuviéramos que replantear todo y convencer a una de las estrellas locales de la bici, Martín Campoy, para que nos acompañara en esta aventura. ¡Y vaya si nos acompañó!, por un lado formaron Adrián, Noé y Rober (Sin Rumbo Chinchecle) y entre Martín y yo nos apañamos para formar el Sin Rumbo Raid e intentar suplir en lo posible a  nuestro tercer hombre; Jacobo, que estaba en Zaragoza disfrutando de una inoportuna gripe. 

Charla de presentación
Sábado 13 de octubre: 
Sector 1, BTT de Arro a Tierrantona.
Empezamos la carrera en Arro, pequeña localidad a pocos kilómetros de Aínsa. Se trata de un sector de BTT que discurre hacia el sur, adentrándonos en el término de la Fueva.
Tras los nervios iniciales casi todos los equipos van encadenando las balizas sin mucha dificultad hasta llegar al pueblo de Tierrantona, donde encontramos la primera transición del día y también la prueba de tiro láser, que Rober y Noé completaron con éxito al acabar este sector pero que Martín y yo dejamos para más adelante.

Sector 2: A pie por la sierra de la Fueva.
Bonito sector entre bosques y vertiginosas margas, en el que pasamos por el pueblo de Charo y fuimos subiendo hasta llegar a la ermita de San Salvador. Y aunque no era especialmente complicado, Martín y yo cometimos el que a la postre sería nuestro peor error del raid en la baliza nº 40, situada en el medio de un barranco que nosotros no llegamos ni a identificar. Resultado; una hora perdida, descolgados como equipo escoba de la carrera y por supuesto la baliza ni la olimos…. Menos mal que al volver a Tierrantona acertamos con el tiro láser y no perdimos más tiempo con penalizaciones. Mientras tanto los Sin Rumbo Chinchecle iban como un tiro camino ya de Mediano y con todas las balizas localizadas.

Sector 3: BTT de Tierrantona a Mediano, con rápel incluido.
¡Por fin en bici! debió pensar Martín, que tiene muy olvidado eso de correr por el monte pero al que le nace una sonrisa de oreja a oreja en cuanto empieza a pedalear. Y es que tocaba andar en bici hasta Mediano, en el que probablemente fue el sector más largo y bonito de BTT.
Tras pasar por Aluján nos dirigimos por pista hasta el espectacular castillo de Muro de Roda, una maravilla en lo alto de la Fueva, que brinda una panorámica única de todo el Sobrarbe.
Entrando en el castillo
Muro de Roda
En sus murallas habían decidido instalar el rápel, de unos 30 metros y con los últimos 10 volados. Y por si la cosa no tenía suficiente atractivo, haciendo fotos a los participantes estaba nada más y nada menos que Lorenzo Ortas, auténtica leyenda del montañismo aragonés.
La cosa es que al rápel se debía llegar andando, dejando las bicis a la entrada del castillo, pero entre que íbamos los últimos y somos así de tozudos, nosotros llegamos rodando hasta el mismo descuelgue... así que ante el panorama de volver de nuevo hasta la parte alta del castillo para recuperar la bici una vez hecho el rápel, Martín optó por descolgarse… ¡con la bici a cuestas!, creando así una de las fotos del Raid. ¡Genio y figura, pibe!.
¡Comienza el espectáculo!
Tras el espectáculo del castillo seguimos el recorrido, esta vez por un rápido sendero, en dirección a Palo. Y tras repostar agua cogimos el camino que primero por pista y luego por sendero nos llevó hasta el embalse de Mediano, en un recorrido precioso por la ladera este del pantano.
Saliendo del castillo hacia Mediano
Transición de Mediano:
Las orillas del embalse de Mediano eran algo así como nuestra “base de vida”; el sitio donde podríamos descansar algo más y sobre todo en el que nos esperaban nuestras familias con montón de ánimos para lo que quedaba del raid y comida y caldo recién hechos. Y vaya si lo aprovechamos: ropa seca, buena compañía y comida de verdad… ¡una maravilla a estas alturas de carrera!. 

¡Bendita transición!

Sector 4: Kayak
Y entre plato y plato de pasta nos fuimos a remar. El sector de kayak nos reservaba uno de los momentazos del raid: picar una baliza en la misma torre inundada de Mediano. Allí nos esperaba majestuosa la Dama del Lago, recordándonos, como la punta de un iceberg, lo que duerme debajo de esas aguas.
A remar...




Sector 5: A pie por el estrecho de Entremón y prueba de escalada.
Pues va a ser que no. Después de la paliza y el retraso que llevábamos encima, decidimos saltarnos todo este sector para re-engancharnos a la carrera en el siguiente y hacer los dos sectores nocturnos con cierta garantía. Una pena, porque debía ser precioso, pasando por el estrecho de Entremón y subiendo al castillo de Samitier. Los que sí que lo hicieron, de nuevo picando todas las balizas, fueron los Chincecle, esta vez con Adrián y Noé que seguían enchufadísimos en busca del podio.
Los Roche bros. en acción
Sector 6: BTT de Mediano a Morillo de Tou.
Ya atardeciendo despedimos a nuestras familias y salimos a hacer el sector que se presumía clave del raid; una ruta en bici por un territorio realmente inhóspito (“territorio comanche”, como lo definieron en la reunión del viernes los organizadores) que recorría senderos muy poco frecuentados por pueblos abandonados, y todo ello en oscuridad total, ya que para darle más gracia a la cosa había luna nueva esa noche.
Los Chinchecle empiezan el sector clave ya de noche
Y el sector no defraudó; sendas técnicas entre margas, orientación difícil, cruces poco visibles… la ruta no tenía desperdicio. Además nos quedamos sin la luz de Martín, a la que se le agotó la batería, y yo sufrí una caída que afortunadamente no tuvo más consecuencias que algún daño de chapa y pintura. Menos mal que el pibe, que ha pedaleado por casi cualquier pista o senda de la comarca, saco a relucir su condición de local y me llevó por el buen camino, nunca mejor dicho.... Cuando por fin enfilamos la carretera hacia Morillo y nos vimos vivitos y coleando después de este sector, todo era euforia y alivio.
Sin embargo, la alegría fue por barrios ya que los Sin Rumbo Chinchecle, en esta ocasión con Adrián y Rober, encontraron aquí su espada de Damocles. Tras saltarse un cruce clave se desorientaron y acabaron fuera del área cartografiada por la organización. Un buen marrón en plena madrugada que les hizo perder mucho tiempo y llegar fuera de control (hasta pasadas las 2:00 am no llegaron a la carretera). Una lástima, ya que ese error les dejó definitivamente fuera de las posiciones de cabeza. 

Sector 7: A pie por el Cerro Cotón hasta Aínsa
Último sector de la jornada. Son las doce de la noche y tenemos dos horas para completarlo antes del cierre de control, tiempo de sobra si todo iba bien. Al estar tan cerca de Aínsa identificamos en seguida  el camino elegido por la organización; subir a la Torre de Cotón y llegar al pueblo por la pista.
A pesar del cansancio, el ver el final tan cerca nos dio alas y en seguida llegamos a la Plaza Mayor de Aínsa y al castillo, mezclándonos en las calles del casco viejo con la gente que aprovechaba el calor de la noche para tomar cerveza en las terrazas. -¿De dónde salen estos?- pensaría más de uno.
Ya descansando en Boltaña seguíamos las evoluciones de nuestros compañeros en la aplicación GPS del raid. ¡Ánimo chicos!.



Domingo 14 de octubre:
Los chicos están bien. A pesar de la larga noche y de llegar a las 3:30 hs al polideportivo de Aínsa, los Sin Rumbo Chinchecle están como nuevos en la salida del segundo día y con la moral de nuevo por las nubes, ¡sólo faltaría!.


Sector 1: Orientación urbana por el casco viejo de Aínsa.
Bonito sector de orientación por el casco viejo de Aínsa. En cuanto se dio la salida un enjambre de corredores inundó el pueblo picando balizas en sitios tan pintorescos como la muralla del castillo, el foso o la Plaza Mayor. Y todo ello ante el asombro de los turistas y los lugareños que veían por primera vez el espectáculo que ofrece una carrera de orientación.
Empieza el segundo día
Sector 2: BTT por el entorno de Guaso
Tras hacer la transición en el patio del cole de Aínsa salimos disparados de nuevo sobre ruedas hacia la escollera del Ara, donde encontramos las primeras balizas del sector.
Y como en este raid no podía faltar de nada, el cielo, que hasta ahora nos había respetado, descarga una tromba de agua que nos obligó a echar mano de ese chubasquero superligero que todos llevamos en la mochila y que en realidad no sirve para nada…
Tras llegar a la baliza del esconjuradero de Guaso y tratar sin éxito de desviar la tormenta, nos lanzamos por el sendero que baja hacia el barrio del Grado. Es lo que tiene esa curiosa alergia de Martín a las pistas y a las carreteras, que sin darte cuenta te arrastra a una senda de lajas mojadas que te pone las gónadas bastante más altas de lo que debieran.


Sector 3: Carrera a pie por el monte de Partara.
Las rodillas a Martín están ya en las últimas y con la lesión amenazando. Aún así y más por cabezonería que por sentido común decidimos salir y puntuar las balizas más cercanas, siempre mirando el reloj para no llegar fuera de control.  
Es el último esfuerzo antes de llegar al castillo de Aínsa con tiempo suficiente para disfrutar del momento y hacer la merecida foto en la meta. Los Sin Rumbo Chinchecle llegaron a los pocos minutos, esta vez sin percances y apurando el tiempo como sólo nosotros sabemos hacer. ¡Enhorabuena!.
Y así transcurrió la carrera; una prueba espectacular que cumplió con creces nuestra expectativa de vivir una aventura entre amigos y en la naturaleza. Y es que los raids mezclan la resistencia física con la orientación, la suerte, la estrategia, el trabajo en equipo y el control psicológico cuando las cosas se tuercen. Algo más que una competición deportiva, diría yo.

Y todo ello gracias a todos los voluntarios y a los clubs que idearon y se curraron la prueba: Wakhan Raiders y Peña Guara, con Israel Fuentes y Jorge García a la cabeza. Dos locos de los deportes de aventura y de este territorio que han conseguido trasmitir su devoción y entusiasmo a todos los participantes. Además, esto es sólo el principio ya que el año que viene organizarán también la segunda edición del Raid Sobrarbe, que esta vez será campeonato de España, y en la que se espera que se multipliquen los equipos participantes… y las emociones en carrera. ¡Ya contamos los días!.
Pódium de la categoría Élite

Toda la información y clasificaciones en: http://raidsobrarbe.com/
Gracias a todos los fotógrafos que colgaron las fotos en la web de la prueba y que ilustran esta entrada.

1 comentario:

  1. Grande Marcos!!! Hermoso el post... te prometo que entrenaré lo de correr a pie. Enhorabuena "Sin Rumbo"

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