viernes, 8 de marzo de 2019

GRAN FACHA INVERNAL POR EL REFUGIO DE BACHIMAÑA. 5 de marzo del 2019

En esta ocasión no fue fácil decidir el destino, ya que la idea era ir a pie, sin esquís, y en fechas tan invernales como en las que nos encontrábamos obligaba a elegir un recorrido en el que se pudiera progresar bien andando y no encontráramos excesiva nieve blanda. Afortunadamente las condiciones ayudaban; tras casi cuatro semanas de sol sin precipitaciones la nieve caída a finales de enero estaba ya muy transformada y endurecida por el rehielo nocturno. 
Así que tras darle muchas vueltas finalmente optamos por intentar la Gran Facha (3005 mts) en dos días, haciendo noche en el Refugio de los Ibones de Bachimaña.

Día 1: Aproximación al Refugio de los ibones de Bachimaña
Sobre las 18:15 salimos Jacobo, Jorge y yo en dirección al refugio, tras dejar los coches en La Casa de Piedra del Balneario de Panticosa, a 1636 metros. Comprobamos que hay  nieve desde el mismo balneario así que salimos ya con las polainas puestas y al menos yo provisto de un buen par de bastones para tratar de evitar hundirme mucho. En seguida anochece y nos toca hacer la característica subida de la Cuesta del Fraile con frontales y algo de intuición para trazar la senda en la nieve. 
Una vez en el refugio nos llevamos la alegre sorpresa de coincidir con Julio Benedé y los Sendero Límite, que andaban también por la zona. Además Víctor, el guarda, tuvo el detalle de esperarnos  para servir la cena y poder así sentarnos a la mesa todos juntos. Todo un placer disfrutar de las anécdotas y conversaciones de nuestros compañeros de velada.




Día 2: Subida a la Gran Facha:
Tras contrastar los posibles itinerarios con Víctor y Julio decidimos subir por los ibones de Pecicos hasta el collado del mismo nombre, y tras cambiar de vertiente y perder algo de altura, rodear la cresta para abordar el pico por el suroeste. La otra opción que nos planteamos era la de acceder directamente desde el ibón bajo de Pecico a un pequeño collado que se abre en la cresta. Esta ruta es factible en verano pero no en invierno por la cornisa de nieve que se suele formar y que impide el paso desde el este.
A las 8 am ya estábamos en marcha y en seguida nos encontramos atravesando cual marineros el ibón de Bachimaña por su centro y en línea recta. Ventajas de encontrarse los lagos helados, que permite evitar rodeos innecesarios y ahorrar tiempo. Con el mismo afán de ganar algo de tiempo decidimos subir al ibón de Pecico por el bonito Barranco de la Canal, que al estar bien innivado nos permite ganar desnivel rápidamente y plantarnos en el embalse en poco rato. Desde aquí ya vemos claramente nuestro pico presidiendo el paisaje.




El siguiente objetivo es el collado de Pecicos, al que se accede por un amplio valle, ideal para hacerlo foqueando... en otra ocasión. Mientras vamos progresando es evidente que Jacobo no se encuentra bien, con un proceso gripal asomando, así que toma la acertada decisión de esperarnos y recuperar fuerzas para la vuelta.




Una vez en el collado (2770 mts) la vista es impresionante hacia el este, con el Vignemale presidiendo todo el paisaje. Hacia el oeste se nos abre el valle de Respoumoso y el Balaitús recibiendo los primeros rayos del sol. A partir de aquí iniciamos un flanqueo hacia el NE, a media ladera por debajo de la cresta, que en media hora nos deja en el pequeño collado de la cornisa.
Aunque se puede ascender al pico por la pala sur cuando está bien cubierta de nieve (opción preferida cuando se va esquiando), nosotros optamos por subir directamente por la evidente arista orientada al sur, que sin ser excesivamente difícil (IIIº), escondía algún tramo de nieve helada en el que pusimos a prueba nuestra técnica de piolet y crampones.




A las 11:37 coronábamos la Facha, tres horas y media después de salir del refugio. Las vistas del Vignemale y el entorno de Bachimaña son impresionantes, como se aprecia en las fotos, pero una vez arriba vemos como van entrando nubes desde el sur y se levanta un molesto aire que nos hace descender en seguida para comer el bocata abajo, en la seguridad del collado.
El retorno al refugio es rápido, reuniéndonos con un Jacobo ya bastante recuperado tras comer y dormir al sol. Optamos por seguir en parte el recorrido de la GR11 y así conseguir vistas distintas a las de la subida, pero a medida que bajamos la nieve se hace más blanda y finalmente acabamos cruzando el embalse de nuevo por su superficie.






Tras un reconfortante café en el refugio, volvemos a coger los bastones e iniciamos el descenso hasta el balneario, ya relajados y satisfechos de una jornada espectacular.

































1 comentario:

  1. Gran actividad que se marcaron los muchachos!!! La próxima con esquis! Gracias por compartir con tanto detalle ;)

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